Estamos orgullosos de llamar a los perros miembros de la familia, ya que se encuentran entre los conocidos más valiosos que tenemos en la ...
Estamos orgullosos de llamar a los perros miembros de la familia, ya que se encuentran entre los conocidos más valiosos que tenemos en la vida. Todos sabemos que los perros merecen una vida digna, pero constantemente escuchamos historias sobre cuántos animales no tienen tanta suerte. Esta era la situación de este cachorro de bulldog, que vivía comiendo hojas. Estaba infectado con sarna severa y había perdido prácticamente todo su pelo.
Los dueños de mascotas respondieron rápidamente cuando se enteraron de la existencia de la perrita. Pudieron ver que la cachorra había perdido la esperanza y había aceptado la tragedia que la esperaba. Había estado viviendo en la calle y moriría allí también.
La perrita fue trasladada a un centro médico y los rescatistas la bautizaron Pumpkin. Parecía melancólica, a pesar de que era solo una cachorra, y no parecía contenta de que la hubieran salvado. Estaba definitivamente angustiada, pero ¿podrían sus nuevos cuidadores cuidarla tanto dentro como fuera de casa?
A Pumpkin le diagnosticaron sarna grave, que la dejó con una piel muy enferma después de ser evaluada. Su temperatura corporal era extremadamente baja, hasta el punto de que no se registraba en el termómetro. Pumpkin estaba al borde de la muerte. No habría vivido un día más en la calle, según el veterinario.
A Pumpkin le administraron antibióticos, medicamentos para el dolor y líquidos intravenosos. También le administraron solución salina tibia por vía intravenosa para ayudarla a elevar su temperatura corporal.
Pumpkin respondió subiéndole la temperatura. El veterinario le diagnosticó gripe y le dijo que se recuperaría.
Comenzaron a quitarle la piel muerta y escamosa del cuerpo a Pumpkin cuando se recuperó de la gripe. Parecía más un hipopótamo recién nacido que un cachorro. En ese momento comenzó a sentirse mejor y comenzó a consumir más alimentos. Pumpkin se sometió a una cirugía ocular que tuvo éxito.
El pelaje de la perrita comenzó a regenerarse como resultado de sus frecuentes baños medicinales, lo cual fue alentador. En Los Ángeles, una organización de salud también le había encontrado una familia perfecta.
Pumpkin puede ir a la playa con frecuencia ahora que vive con su familia en California. Le dieron un nuevo nombre y un nuevo comienzo. Kennedy es su nuevo nombre y está constantemente pegada a los tobillos de su madre. También parece adorar la mantequilla de maní.
Kennedy está feliz de estar de vuelta en su verdadero hogar. Le encanta jugar a la pelota e incluso tiene una hermana canina.
Para este perro que tuvo un comienzo difícil en la vida, las cosas están mejorando. Todo se debe a los rescatistas que decidieron darse por vencidos.
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